viernes, 10 de junio de 2011

los bichitos que matan y a los que podríamos matar

Leyendo hoy el blog de 3.500 millones de ideas irreverentes contra la pobreza, que por cierto recomiendo a todos, me he acordado de un cortometraje que me impactó mucho y que más abajo podréis ver.

Pero para poner contextualizar todo esto de lo que quiero hablar citaré algunos datos que Gonzalo Fanjul, autor del blog nombrado anteriormente, ha denunciado en su post de hoy.

-Casi 2 MILLONES DE NIÑOS mueren por enfermedades absurdas y totalmente evitables
-Se producen MÁS DE 5.000 MUERTES AL DÍA
-La DIARREA es la SEGUNDA CAUSA de MUERTE INFANTIL en el mundo en desarrollo

Estos datos que leemos son sólo un reflejo de nuestra industria farmacéutica.
¿Cuántos anuncios de cremas "anti arrugas" vemos al día?¿ y anti celulítis? ¿Y pastillas para adelgazar? Pues sí amigos, vacunas y otras medicinas no son rentables para el primer mundo en el que vivimos, tampoco para el capitalismo ni las sociedades de consumo.
"¿Qué genera más beneficio, quién consume más?" - se preguntan los sabios que mueven los hilos de nuestras vidas "¿Ellos, ciudadanos con arrugas? o ¿esos otros, personas con mínimos recursos?"
La respuesta es obvia y real, y en parte somos responsables.
Nosotros morimos con menos arrugas, ellos mueren por un resfriado o por diarrea. La pena es que no se nos informa de todo esto, no les conviene, y tal vez nosotros tampoco queremos conocer.

Y yo me pregunto: ¿Es posible replantear otro sistema? ¿un sistema donde la medicina sea un derecho? ¿donde todos tengamos acceso a una atención médica y a sus recursos?

Ayer mismo vi un documental sobre Vietnam. Quedé impactada por su organización en cuanto a la atención sanitaria y entendimiento de esta como un derecho.

En Vietnam la visita al médico y las medicinas son gratuitas (no hay precio impuesto o coste determinado.) O mejor dicho, pagas de manera voluntaria y según lo que posees puesto que la medicina y la salud es considerado un derecho al que todos tienen acceso.

Pero ahí no queda la cosa. Lo más sorprendente es que todo este sistema sanitario funciona por voluntariado. Los médicos, farmacéuticos, personas encargas del mantenimiento y demás personal son gente que han decidido no pagar con dinero, si no con su implicación social.

Es de la participación social, del compromiso y aportación(económica o en forma de voluntariado)
que el sistema sanitario se mantiene en funcionamiento.

Las medicinas son totalmente tradicionales y a base de elementos naturales, con lo que la industria farmacéutica queda excluida.

¿Es posible el replanteamiento global del sistema social-sanitario? Sí.
¿Es posible que todo ser humano tenga derecho a un sistema de salud digno? Sí.
¿Conviene? NO.

Para más respuesta y como resumen a todo lo expuesto anteriormente mira este cortometraje, lo entenderás todo mucho mejor:


Gracias por leer.


Loida Muol




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